Souvenirs, tartazos, zapatazos... y otras agresiones contra líderes mundiales

Un souvenir de la catedral de Milán, un zapato, una tarta... Varios han sido los objetos con los que políticos y líderes mundiales han sido agredidos a lo largo de los últimos años en diversos actos políticos o sociales. Un acto de protesta, una gamberrada o, simplemente, la sinrazón son las excusas que han utilizado los agresores para justificar sus actos.
La última víctima ha sido el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien este domingo recibió en su rostro el impacto de una réplica de la catedral de Milán durante un mitin celebrado en la plaza del Duomo de la capital lombarda. El agresor es Massimo Tartaglia, tiene 42 años y sufre trastornos psíquicos. Su acción hizo que Berlusconi fuera hospitalizado y que la imagen de su cara ensangrentada diera la vuelta en todo el mundo.

Otra imagen que será recordada fue el lanzamiento, en diciembre de 2008, de un zapato por parte de un periodista iraquí, llamado Montazer al Zaidi, al entonces presidente de EE UU, George W. Bush, durante una rueda de prensa en su visita de despedida a las tropas americanas en Irak. El agresor fue condenado a tres años de prisión aunque salió en libertad este año al ver reducida su pena. Al-Zaidi probó su propia medicina el pasado 2 de diciembre cuando un hombre le lanzó su calzado durante una rueda de prensa en París.

Tan famoso como el 'zapatazo' a Bush fue el 'tartazo' a Bill Gates en febrero de 1998. Ocurrió en Bruselas antes de una conferencia del cofundador de Microsoft. La imagen dio también la vuelta al mundo. El ataque fue realizado por un conocido activista belga llamado Noël Godin, 'el entartador', que cuenta en su particular historial con otras víctimas como el ex canciller alemán Helmut Kohl, que recibió en el año 2000 un 'tartazo' en una librería de Berlín.

En España no se han producido casos similares de lanzamiento de objetos a políticos si bien es recordado, por ejemplo, el supuesto intento de agresión vivido en 2005 por José Bono, ahora presidente del Congreso y entonces ministro de Defensa, durante una concentración de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en Madrid.

Otra agresión que ha pasado a la historia es la que recibió el ex ministro de Hacienda Miguel Boyer en 1989 por parte del empresario José María Ruiz-Mateos a la salida de un juzgado madrileño en el que Boyer declaró sobre una querella por injurias interpuesta por Ruiz-Mateos. "Hasta que no acabe contigo no pararé", llegó a decir el empresario.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente es penoso que despues del mamporro que
recibio Berlusconi,suba su popularidad en Italia más de siete puntos.En esta sociedad enferma se nutre de falsos idolos,iconos i martires.

Publicar un comentario